Para apreciar el whisky no solamente basta con sentir pasión por esta bebida o que, por descontado, se elija una elaboración de calidad.
Hay distintas formas de crear el ritual perfecto y muchos elementos a considerar, desde el vaso elegido, hasta la primera cata o el maridaje. Te detallamos todo a continuación.
El ritual perfecto: pasos fundamentales para una degustación de whisky inolvidable
Para una degustación de whisky apropiada, lo primero que hay que escoger es el lugar y el momento. No tengas prisa, no busques sitios con demasiadas distracciones.
Tradicionalmente una buena degustación de whisky se vincula a una estancia con iluminación tenue, en un asiento cómodo y puede que incluso música suave a tu gusto.
El vaso ideal: cómo elegir y utilizar la cristalería adecuada para tu whisky
El mercado de vasos para whisky es inmenso. Por lo general, la regla básica es elegir vidrio y cristal, pero a partir de aquí las posibilidades son muchísimas.
Algunos de los vasos más adecuados para whisky son los siguientes:
- Tumbler: un clásico, de boca ancha y robusto, ideal para maltas jóvenes.
- Glencairn: ideal para catas, con tallo grueso y forma de tulipa.
- Highball: recomendable si prefieres combinados con whisky.
Explorando sabores: técnicas para identificar notas y matices en cada sorbo
Los más veteranos y puristas en la cata de whisky tienen sus propios trucos para descubrir las notas y matices de cada uno de los sorbos que dan a su bebida preferida.
Estos trucos pueden servirte para iniciar tu propio ritual de degustación:
- Haz contacto visual, analiza la tonalidad del whisky, para identificar la madurez que tiene.
- Aprovecha el sentido del olfato para inhalar los aromas que surgen del vaso.
- Puedes sumergir el dedo ligeramente en el whisky y frotarlo con la palma de la mano, si quieres distinguir su carácter destilado.
- En ese primer sorbo, mantén la bebida bastante rato en la boca sin tragar.
- Puedes usar la lengua o pasarla de una mejilla a otra, para así impregnar la boca de todos los sabores que transmite y airearlo aún más.
- Con el trago final disfrutarás la experiencia completa y podrás detectar esas notas distintivas que permanecen en el paladar.
- La boca, ya preparada con esa primera cata, estará dispuesta para repetir con los siguientes tragos esta experiencia.
Maridaje maestro: combinando whisky con alimentos para una experiencia completa
Por si lo dudabas, el whisky también tiene maridaje. Estas son algunas de las propuestas más habituales:
- Carne roja: ideal para las bebidas más intensas, sobre todo si eliges carne de res o de cerdo y se ha hecho a la parrilla.
- Chocolate: recomendable que sea puro y en pequeños bocados como bombones.
- Dulces: como pasteles de frutas o postres realizados con calabaza y nuez, sobre todo para un whisky con cierto toque acaramelado.
- Mariscos: ideales para whisky ligero y preferiblemente con opciones como sushi, salmón o sashimi.
- Queso: intenta encontrar la combinación de queso y whisky con connotaciones más parecidas, para una degustación completa.