La preocupación por la sostenibilidad también ha llegado al mundo vinícola, donde encontramos cada vez propuestas más vinculadas a la naturaleza, tanto en la elaboración de los vinos, como también en todo lo que le acompaña, maridaje incluido.
Viñedos sostenibles: el compromiso de las bodegas con la naturaleza
Los viñedos sostenibles son aquellos que producen vino en condiciones armoniosas con respecto al medio ambiente, es decir, que reducen todo lo posible su huella de carbono.
El resultado son vinos respetuosos con el entorno, que han pasado por un proceso de cultivo y elaboración siempre con la naturaleza como elemento que no debe trastocarse, ni mucho menos degradarse. Son las bodegas comprometidas con la sostenibilidad.
Cata ecológica: explorando las características únicas de los vinos orgánicos
Derivados de ellas surgen los llamados vinos orgánicos, también llamados vinos ecológicos, que son aquellos que provienen de viñas certificadas en viticultura ecológica.
¿Qué significa esto? Pues que no han utilizado productos de síntesis química, que todos los procesos son ecológicos y que los productos aprovechados están oficialmente autorizados para ello.
En consecuencia, el vino ecológico llevará, entre otros, el logo ECO de la Unión Europea (UE), que certifica este proceso de elaboración sostenible.
Maridajes con conciencia: cocina sostenible con vinos de producción ecológica
Si eres un aficionado al vino de calidad y buscas, además de una propuesta ecológica de esta bebida, una experiencia que también respete el entorno, entonces tienes que optar por el maridaje sostenible.
Cuando se habla de cocina en términos de sostenibilidad, nos referimos a la preferencia por productos cercanos, preferiblemente no tratados con elementos químicos y sin aditivos que, como el vino ecológico, también han sido cultivados y cosechados en términos de respeto por el entorno.
Es la simbiosis perfecta entre vino y maridaje que estás buscando para una cata absolutamente sostenible.
Vinos sin filtros: la autenticidad de los sabores en el mundo orgánico
Dentro de las infinitas posibilidades que nos brinda el vino, muchos usuarios buscan una experiencia más pura y cercana a la elaboración tradicional del vino, porque igualmente lo vinculan a un mayor respeto por el proceso natural de su producción.
En la actualidad esto se evita en gran manera, porque en teoría se busca el mejor sabor posible para un resultado extraordinario. Esto supone, entre otras medidas, aplicar filtros o métodos de filtración, con los que se acelera la clarificación y estabilización del producto final.
Este proceso se basa en eliminar sustancias sólidas en suspensión que aparecen de forma natural durante el proceso de elaboración.
Obviamente, no es exclusivo del vino, se constata también en otro tipo de bebidas, cuya alternativa artesanal precisamente destaca por ofrecerse “sin filtrar”.
De igual manera, con el vino también está cobrando tendencia la opción sin filtros, para aquellos que buscan un trago más natural y auténtico.
Hay que decir, además, que los más puristas confirman que los filtrados agresivos sí pueden llegar a modificar el resultado final de un vino de alta calidad, por lo que es un proceso que debe aplicarse con sumo cuidado o incluso descartarse, si se desea mantener la complejidad de los vinos de mayor prestigio.