El champagne es considerada la bebida más exquisita que existe. Por ello se utiliza para la celebración de eventos importantes, en festividades de todo tipo y, también, se disfruta como acompañamiento de aperitivos en reuniones sociales muy diversas.

A continuación hacemos un repaso a algunos de los hechos más curiosos de esta bebida, para descubrir a qué se debe su fama actual.

Origen del champagne

El origen del champagne se remonta hacia 1660, cuando se comenzó a embotellar el vino un poco antes de terminar la primera fermentación, con el objetivo de que sus aromas se conservasen mejor.

Esta acción provocaba al aparición de burbujas. Tal efervescencia era un problema, porque a veces hacía saltar los tapones o estallar las botellas donde se producía.

Sin embargo, la aceptación de Reino Unido de esta bebida elaborada con un proceso de fermentación distinto motivó que siguiera produciéndose.

En 1670 el monje Dom Pierre Pérignon intentó evitar el problema de las botellas estalladas y, además de hacer una selección de uva específica, también incluyó el corcho cónico con una grapa metálica, tan típico ahora del champagne.

Además, escogió un vidrio más grueso para las botellas con el fin de evitar que se produjeran roturas.

Proceso de elaboración del champagne

En la región de Champagne por aquella época también se desarrolló el proceso original de elaboración de esta bebida.

Esta región es fría y húmeda, por lo que las uvas se vendimiaban lo más tarde posible para aumentar su maduración y la fermentación se detenía en invierno con el frío.

El problema era que para entonces ya se había embotellado el vino, por lo que al subir las temperaturas la fermentación comenzaba otra vez, solo que lo hacía en el interior de la botella.

Hoy en día, el proceso de elaboración del champagne sigue reglas muy estrictas basadas en decretos oficiales. Algunos de los elementos más importantes son los siguientes:

• La uva se coge manualmente en una excelente selección.
• Las distintas variedades de uva se prensan por separado en prensas tradicionales de estilo vertical.
• Los mostos blancos son sometidos al proceso de primera fermentación.
• Los vinos blancos secos que se crean son mezclados con otros según cada casa.
• Se añade licor, se embotella el vino y se tapona. Las botellas quedan apiladas en posición horizontal.
• Se desarrolla la segunda fermentación.
• Se procede a un segundo período de envejecimiento de al menos nueve meses.
• Periódicamente se remueven las botellas.
• Se sumerge el cuello de la botella en salmuera a muy baja temperatura.
• Se descorcha la botella para eliminar un cilindro de hielo que incluye los restos de levaduras muertas.
• Se añade licor para configurar el champagne en versión brut, extrabrut, seco, dulce o semi-seco.
• Se vuelve a tapar las botellas ahora con el típico tapón de corcho.

Marcas icónicas de champagne

El champagne es una bebida extendida por todo el mundo y algunas marcas han conseguido un amplio reconocimiento por la calidad de sus elaboraciones.

Estas son algunas de las más icónicas que puedes encontrar actualmente, entre otros sitios también en Vino en Camino:

• Moët & Chandon
• Luc Belaire
• Taittinger
• Louis Roederer
• Dom Perignon

Champagne de lujo y exclusividad

El champagne es sinónimo de lujo y a menudo ha estado ligado a eventos exclusivos, muchas veces por el prohibitivo precio de algunas de sus elaboraciones.

Estas son algunas de las botellas de champagne más caras de la historia:

• Taste of Diamonds: 1,77 millones de euros por botella, entre otros motivos por las incrustaciones de diamantes en su logo.
• Armand de Brignac Rose 30: 235.000 euros por una botella de 30 litros, una de las más grandes del mundo.
• Dom Perignon Rose Gold Methuselah: 42.000 euros por una botella de 6 litros (lo equivalente a 8 botellas normales).
• Jugar Cluvee 1820: 43.500 euros por cada una de las 168 botellas encontradas en 2010 en el mar Báltico.
• Veuve Clicquot 1841: 29.000 euros por estas botellas de champagne, también provenientes de un naufragio en el Báltico.