En primer lugar es importante saber qué tipo de comida asiática vas a tomar. Porque no tiene las mismas notas de sabor la cocina japonesa que los platos típicos chinos o las atrevidas recetas de Tailandia y la India.
Dentro de cada cocina, además, encontramos platos de sabores muy distintos. Para cada uno el maridaje ideal puede ser diferente.
Los mejores vinos para acompañar sushi y cocina japonesa
La cocina japonesa y, en concreto, sus distintas variedades de sushi tienen un carácter delicado. Es importante concentrar el paladar para identificar los diferentes sabores que despierta cada bocado.
Esto hace recomendable optar por vinos blancos y jóvenes. Mejor todavía si tienen un carácter frutal marcado, con una óptima acidez y ciertas notas cítricas.
Estos vinos son el complemento perfecto para la delicadeza culinaria japonesa y para disfrutar tanto de sus alimentos como de las muchas salsas que suelen complementarlos.
Cómo maridar vino con comida china: opciones para platos picantes y dulces
Seguro que el término “agridulce” te suena vinculado a la comida china. Son expertos en fusionar sabores y conseguir combinaciones únicas que, lejos de suponer una contradicción, te abren la puerta a un mundo gustativo y sensorial sin comparación.
Para la mayoría de platos chinos, sobre todo si están basados en carne de cerdo o de pato, lo ideal es escoger un vino tinto que sea ligero y versátil. Esa elegancia intrínseca servirá para combinarse muy bien con estos sabores.
Ahora bien, escoge alternativas en tinto con más carácter si el plato de la mesa lleva un acabado cremoso o especias como el pollo al curry.
Vinos ideales para acompañar sabores complejos de la cocina tailandesa e india
Este último consejo no servirá para todos los platos tailandeses o de la cocina india. Se caracterizan por sus abundantes especias, que llegan a condicionar el resultado final de la receta.
Ante tal reto, lo ideal son vinos tintos de mayor intensidad, que puedan aportar notas tipo terrosas o incluso competir con la comida por el máximo protagonismo.
Algunos tintos con ligera crianza o incluso un blanco muy afrutado, pueden ser buenas elecciones para combinarse con el picante o las especias de estos platos, característicos por acoger muy bien esas notas de contraste y ofrecer con ello una experiencia única.