El whisky es una bebida reconocida por las sensaciones que ofrece su incomparable sabor y la dedicación que invierten sus fabricantes durante años de elaboración.
Pero por si no lo sabías, el whisky también es saludable, porque las propiedades que obtiene de sus componentes son beneficiosas para nuestro organismo de muchas formas. A continuación repasamos algunas de las más importantes.
¿Qué beneficios tiene el whisky?
Entre los beneficios más destacables del whisky, se ensalzan sus propiedades digestivas. Estimula la creación de enzimas, que son las responsables de procesar las proteínas de los alimentos que tomamos.
También sirve para controlar el peso. A diferencia de otras bebidas alcohólicas, sus niveles de azúcares son mínimos y no contiene grasas ni carbohidratos, por lo que no contribuye a un aumento de peso.
Esta última cualidad del whisky también lo han presentado como una bebida apropiada para personas diabéticas. De hecho, ayuda en la regulación de los niveles de insulina y glucosa.
¿Qué produce el whisky en el cuerpo?
Uno de los efectos más notorios del whisky en nuestro organismo es que motiva un mejor flujo sanguíneo. Así evita la creación de coágulos en la sangre y obstrucciones en la circulación. De forma general, es útil para reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
Esta mejora de la circulación sanguínea ocasiona también beneficios en los niveles de oxigenación, lo que ayuda a sentir una sensación de relajación y permite reducir el estrés, los nervios y la ansiedad.
También se asocia al whisky la mejora de respuesta del sistema inmunológico, lo que puede ser útil a la hora de evitar resfriados e infecciones.
Otra de sus propiedades es que es una bebida rica en antioxidantes. Su alta concentración de ácido elágico puede ayudarte a combatir los radicales libres oxidantes y reducir o ralentizar la aparición de signos prematuros de envejecimiento.
¿Qué es mejor para la salud whisky o vino?
Todos estos beneficios del whisky hacen plantearse hasta qué punto es una de las mejores bebidas para la salud.
Tradicionalmente el vino siempre ha atesorado este calificativo y no le faltan motivos. Tanto su proceso de elaboración como las propiedades de la uva aportan a esta bebida numerosos beneficios para la salud.
El vino tinto en concreto cuenta sobre todo con resveratrol, un polifenol con importantes propiedades antioxidantes y cardioprotectoras. También se le asocian efectos antiinflamatorios, capacidad para ralentizar el envejecimiento, beneficios para proteger la piel e incluso para prevenir enfermedades como la artrosis.
Ahora bien, ¿esto coloca al vino por encima del whisky en términos saludables? En realidad los estudios exponen que la respuesta depende más bien del consumidor que de las propiedades de cada bebida.
Para una persona con diabetes, por ejemplo, la capacidad del whisky para ayudar en la regulación de insulina y glucosa puede resultar clave a la hora de elegir esta bebida por delante de otras opciones. Igual sucede con quienes busquen una alternativa al vino que no tenga azúcares, grasas o carbohidratos.
Por tanto, siempre con la debida moderación, el consumo de whisky puede ser también muy beneficioso para la salud, además de por supuesto una experiencia única por el sabor que ofrece.