La experiencia de disfrutar de un buen vino no se limita únicamente a la elaboración de cada especialidad. También hay factores externos que debemos cuidar y que dependen totalmente de nosotros para servir esta bebida de la forma óptima.
Uno de los aspectos más debatidos alrededor de cómo tomar el vino es el relativo a su temperatura, sobre todo cuando hablamos de enfriar considerablemente la bebida antes de servirla.
¿A qué temperatura debo servir el vino?
Comencemos con los parámetros más generales sobre qué temperatura tiene que tener el vino. A grandes rasgos debe estar en una temperatura entre los 5 y los 18 grados. Superar estos límites puede hacer que los vinos pierdan parte de su esencia o incluso que se vea alterada su calidad.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha elaborado una relación básica entre el tipo de vino y la temperatura ideal a la que se debería servir, que compartimos con vosotros:
- Vino espumoso – 7 °C
- Vino blanco dulce – 8 °C
- Vino tinto joven – 9 °C
- Vino blanco joven seco – 10 °C
- Vino rosado – 10 °C
- Vino generoso – 11 °C
- Vino blanco fermentado en barrica – 12 °C
- Vino tinto crianza – 15 °C
- Vino tinto reserva y gran reserva – 17 °C
¿A qué temperatura se enfría el vino?
A la hora de enfriar el vino tenemos dos opciones principalmente, en una nevera o con una cubeta con agua y hielo.
Una nevera para vinos es una opción muy recomendable si tienes espacio en casa, dado que te permite regular perfectamente la temperatura en cualquier momento.
Si cuentas con ella, ajústala a 6 °C y sigue estos rangos de tiempo a los que deberías enfriar cada uno de los tipos de vino identificados antes:
- Vino espumoso – Durante 170 minutos
- Vino blanco dulce – Durante 157 minutos
- Vino tinto joven – Durante 145 minutos
- Vino blanco joven seco – Durante 133 minutos
- Vino rosado – Durante 133 minutos
- Vino generoso – Durante 121 minutos
- Vino blanco fermentado en barrica – Durante 109 minutos
- Vino tinto crianza – Durante 36 minutos
- Vino tinto reserva y gran reserva – Durante 48 minutos
¿Qué vinos se deben tomar fríos?
Como ya puedes ver por las relaciones entre la tipología de vino y la temperatura ideal, la variante de vino espumoso es la que se recomienda servir lo más frío posible, en comparación al resto de propuestas.
Un buen champagne servido a la temperatura idónea permite que las burbujas se mantengan y que no se conviertan en espuma.
Mantén ese frío constantemente con una cubeta con hielos y así disfrutarás de cada copa en su temperatura ideal.
Por otro lado, los vinos que se recomiendan fríos, aunque sin llegar a niveles del espumoso, son los rosados y blancos. Un 12 Linajes Verdejo, un Albariño Martin Códax o un rosado Pedregosa Petit Cuvée ganan mucho en el paladar si se